Me esfuerzo y me involucro ignorándome. Un ejemplo sería el de querer levantar pesas de 200 kilos. Arremeter sin cálculo ni previsión, en un Yo puedo exagerado, desmedido, pretencioso.
Como llevándome a un proceso de autodeslegitimación.
Cuánto mal les hago a los demás y cuánto mal me hago a mí mismo comportándome así.
Qué sentido tiene embarcarse en empresas que están completamente por fuera de las posibilidades de uno? Es cierto que uno debe encarar sin temer, que la cautela excesiva inmoviliza y coarta, que así no hay dinámica posible, que el riesgo es parte esencial de la vida. Es cierto.
Sin embargo esa realidad indiscutible no implica desconocer los límites, la magnitud de las propias fuerzas, de las propias condiciones. Claro que uno puede ir más allá, pero probablemente no de cualquier manera.
Me cuesta aprender esto, me cuesta conocerme, protegerme y así proteger mejor a los demás.
Tengo que seguir pensando en esto.