lunes, 27 de septiembre de 2010

Pulseadas visuales


Sentado en el mismo bar desde hace unos días paso largo rato escribiendo, sin embargo me doy cuenta de que buena parte de ese tiempo intercambio miradas. Hace ya varios días que vengo conversando ocularmente con cientos de personas. Se trata de interacciones la mayoría de las veces muy cortas, fragmentos minúsculos en los que nos cruzamos la mirada. Algo nos decimos mutuamente. Desde ya que si son mujeres la cosa tiene un toque insinuante, ahí es donde soy muy malo. Si son varones rápidamente me alarma que me malinterprete.
Una niña me mira desde la combi, la miro, ella mira para otro lado y cada tanto vuelve a mi a ver si la sigo mirando, no sabe que hacer y la combi no arranca. Me asombra que siendo tan chica no me sostenga la mirada, que ya sea "grande" en ese sentido.
La mayoría de las mujeres no sostiene la mirada, si son muy jóvenes admito que me da vergüenza que me consideren un viejo verde. Me encantan las que no bajan los ojos, en general arrugo frente a ellas. Entiendo que es como una gimnasia actitudinal, quien gana la micro pulseada visual. No llevo la contabilidad pero creo que voy perdiendo por mucho.
Me pregunto que haría si pasaras vos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Otro escrito de 1978

Otro poema o algo así, escrito en mi adolescencia.

Estoy en esta, mi cárcel. Cada mañana mis ojos
se abren deseando ver cosas nuevas, pero chocan contra
esa maldita y robusta puerta que es la frontera de
mi mundo, de mi vida y de mi muerte.
El viaje, mi travesía de cada mañana, pasar de mi
habitación a la de mis viejos, porque la cama es doble,
mi viaje es eso, unos diez pasos, y vuelta
al mundo de las sábanas limpias, que ensucio
cuando como, que terminan como si hubieran sido
servilletas. Vuelta al mundo del rayo del sol
que la persiana segmenta en rayitas estúpidas.
Y en todos lados un sabor a muerte, a soledad,
a una vida que fue.
Y poco a poco me voy yendo yo también y no se que
es lo que queda en este mundo de paredes blancas y
de programas de televisión.
Así, así es como estoy, con la vida hecha bruma,
con la mente hecha arena, con los ojos dormidos,
con la voz atravesada, ronca y golpeada.
Y quiero quererte, y quiero hablarte, quiero
gritar y correr, quiero besarte.
No quiero morir... y lloro.
Y me voy a quedar acá, no importa cuanto, es mucho ya, siendo algo.
Y me voy a quedar detrás de la lluvia, sintiendo
llover, pero nunca siendo ella misma, porque lluvia
es vida, y yo soy muerte.
Yo soy mi más sucio engranaje, soy quien más te quiere.
Y me voy a quedar esperando que suene aquél
monstruo negro y tu voz pregunte por mí.
Y me voy a quedar hasta que a este amor enfermo
se lo lleve la corriente de la vida y lo saque
de esta limpia celda, porque este amor enfermo
soy yo, y la corriente de la vida es camino que vos
me mostrás, siendo vos, siendo un nombre,
siendo quien más amo, siendo.... Angelica.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Escrito hace mucho

Mi padre me dio una copia de este poema que escribí en 1978, tenía 14 años y él se tomaba el trabajo de pasarlos a máquina.

Me iré yendo en una bicicleta de cartón,
me iré yendo, riendo un poco, como ríen los chicos
cuando terminan de llorar.
Me iré una noche de barcos, de flores
y de estrellas esfumadas.
Y se irán conmigo los ruidos, el olvido.
Y me iré yo mismo.
y te irás conmigo, si te invitara a ver una vida hermosa,
y te irías conmigo, si te dijera que soy de la
materia con que se hacen las voces.
Y por eso es que me iré yendo, en medio del
verano, y del sol caliente en mi espalda.
No sé si llevaré en mi mente algún buen recuerdo
además de tu imagen.
Y me iré, quizás tropiece en la salida.
Quizás el miedo me visite, pero
yo nunca te voy a olvidar.
Y me iré, con el otoño distante, con las manos
surcadas por el arado de la vejez, mezcla de tiempo y humanidad.
Y me iré yendo... con el viento en una bolsa, con la brisa del océano
en los ojos y mis padres en la memoria.
Y me iré yendo.... llevándote del brazo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Identidad


Sostengo un debate con un amigo y colega. El punto en cuestión, la identidad. Para él se trata de aquello que de una u otra manera el tiempo, las experiencias, decisiones, orígenes y otras contingencias ya han delineado. Ya somos lo que somos diría. Buen punto.
Yo tiendo a pensar que la idea de una identidad es siempre provisoria, en cierta medida indefinida, con zonas más o menos relevantes mutando permanentemente.
Encuentro un libro de Z. Bauman, se llama Identidad, cito :" ... la identidad se nos revela sólo como algo que hay que inventar en lugar de descubrir; como el blanco de un esfuerzo, 'un objetivo', como algo que hay que construir desde cero o elegir de ofertas de alternativas y luego luchar por ellas para protegerlas después con una lucha aún más encarnizada..."
Que se yo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Insultos

La conversación giraba en torno a la calidad de los insultos. Los consabidos pelotudo, boludo carecían de contundencia quizás porque muchas veces estaban incorporados a cierta retórica coloquial. Hijo de puta, la puta que te parió, la concha de tu hermana y esa familia de insultos en algún punto, observó alguien, no te tocan directamente, en todo caso es un problema del pariente aludido. Se postuló a Infeliz como uno de los peores insultos posibles, hubo acuerdo generalizado. Alguien sugirió bolastristes, se destacó el grado de desprecio y degradación que implicaba.
Se propuso pusilánime. Carente de alma precisó uno. Algunos lo cuestionaron por arcaico.
Lo defendí, en realidad lo uso.
Es más, creo que se trata de un "atributo" (paradoja) clave para entender la carrera de más de un poderoso.

sábado, 4 de septiembre de 2010

La Canción más triste del mundo

Me entero hace poco que ya un amigo antes me había hablado de esta película. Lo cierto es que Daniel me comentó que quería conseguirla, y ahí nomás me pico la curiosidad. Fuí y la compre.
Definitivamente toparme con esta obra ha resultado para mí toda una experiencia y no salgo de mi asombro y fascinación. Respiro todavía esa atmósfera onírica que construye la película. No voy a dar nombres ni de autores, fotógrafos, escenógrafos ni actores porque no los conozco muy bien, ni siquiera estoy descubriendo nada, el otro día un contacto de la red social tan conocida, mujer que tiene muy buen gusto por cierto, colgó una canción de la película que está en Youtube. Sólo quiero transmitir la conmovedora emoción que me produjo verla. Brindo por eso.