Se me ocurrió hacer un trabajo de investigación sobre cómo se gestaban los vínculos en otras épocas. Una Historia de las formas y los procesos de construcción de los vínculos.
Arriesgo que en el pasado los vínculos se entablaban de otras formas, llevaban otro tiempo, las barreras entre dos sujetos se levantaban más de a poco y a la vez, sigo especulando, esas relaciones tenían, una vez avanzado el proceso, más solidez, se convertían en algo más sólido, férreo.
Pienso que la organización de ese proyecto exige contar con un amplio archivo de materiales personales fundamentalmente cartas, diarios, quizás también novelas o relatos ficcionales en los que se puedan encontrar descripciones y apreciaciones sobre la época y las costumbres.
Se me cruza la cuestión de la "modernidad líquida" de Bauman y toda esa cuestión de la fluidez, lo efímero, etéreo del mundo actual en el que los vínculos pueden establecerse con celeridad, en poco tiempo digamos y a la vez desvanecerse con similar velocidad.
(no olvidar: el tiempo es una dimensión siempre relativa, poco es una calificación equívoca que sin un sistema de referencias no dice nada)
También se me cruza la cuestión de los soportes que posibilitan los vínculos. En muchísimos casos ya no provienen de la experiencia analógica, del contacto. Esto es un viejo tema, el del chat, redes sociales, la digitalización de las relaciones sociales y personales. No es que quiero hablar de eso sino de cómo se desarrollan esas capas de relaciones digitales.
Pienso en la digitalización del sujeto. Un sujeto sin experiencia sensorial.
sábado, 24 de noviembre de 2012
viernes, 23 de noviembre de 2012
La carta de Perón a los pueblos y gobiernos del mundo
Un programa de gobierno que se corra del dogma productivista, es posible?
Proponer la estabilización del consumo de energía, que no habrá crecimiento de ningún índice productivo y que se logrará una estabilidad absoluta logrando que todos estén más o menos bien, sin perjuicios notables para los que más tienen y con recuperación de niveles de bienestar para los que peor están.
Plantear el despropósito irreversible de querer crecer indefinidamente y aumentar sin freno el consumo y la producción con la paradójica generación de marginados y expulsados, me resultan ya el principal problema político de estos tiempos.
Venía distrayéndome con ese tipo de cosas hace unos días y me encuentro que una amiga de la gran red social cuelga una carta, se me da por leerla y quedo completamente sorprendido por la vigencia y la lucidez de esa mirada.
Recién después me fijé de quien era y ahí la sorpresa se transformó en una emoción profunda.
Aquí de nuevo el link de esa nota.
http://www.taringa.net/posts/taringa/2783124/Carta-a-los-pueblos-y-gobiernos-del-mundo.html
Proponer la estabilización del consumo de energía, que no habrá crecimiento de ningún índice productivo y que se logrará una estabilidad absoluta logrando que todos estén más o menos bien, sin perjuicios notables para los que más tienen y con recuperación de niveles de bienestar para los que peor están.
Plantear el despropósito irreversible de querer crecer indefinidamente y aumentar sin freno el consumo y la producción con la paradójica generación de marginados y expulsados, me resultan ya el principal problema político de estos tiempos.
Venía distrayéndome con ese tipo de cosas hace unos días y me encuentro que una amiga de la gran red social cuelga una carta, se me da por leerla y quedo completamente sorprendido por la vigencia y la lucidez de esa mirada.
Recién después me fijé de quien era y ahí la sorpresa se transformó en una emoción profunda.
Aquí de nuevo el link de esa nota.
http://www.taringa.net/posts/taringa/2783124/Carta-a-los-pueblos-y-gobiernos-del-mundo.html
jueves, 12 de abril de 2012
Los camellos en el Corán

En un texto muy conocido en el mundo de la crítica literaria y sus alrededores Borges señala que en el Corán no se mencionan camellos y que tal ausencia no habilita a cuestionar su autenticidad árabe, de hecho, dice él, ese dato corrobora hasta que punto un texto no necesita abundar en referencias locales para certificar su procedencia. Refiere el texto por interpósita persona, la Historia del Imperio Romano de Gibbons o algo así. La cita es clave en su argumentación dado que con ella quiere señalar lo artificial de aquellos que para afirmar su fidelidad con la tierra-cultura originaria despliegan imágenes, modismos, rasgos que hacen a lo "típico", "característico". Él propone que nuestra esencia es más bien cosmopolita, diversa; lograremos autenticidad si asumimos que nuestra identidad cultural es universalista, inmigratoria, surgida de una compleja agregación de influencias provenientes de múltiples latitudes. Hasta aquí el argumento edificado sobre una cita contundente y reveladora.
Hete aquí que un escritor se tomo el trabajo de leer no la obra de Gibbons sino el mismo Corán. Encontró en él no menos de veinte veces la palabra camello.
Quizás sea cierto que nuestra autenticidad tenga una falla de origen, pero no menos cierto es que la aspiración a la universalidad no es tanto una marca identitaria de nuestra cultura como patria, nación o como se le quiera llamar sino más bien una obsesión de cierta capa de intelectuales y artistas que tienden a percibir nuestros contextos, nuestras propias experiencias como desvirtuadas, devaluadas, insustanciales y fatalmente desnaturalizadas. A esta altura lamento esa incapacidad para apropiarse y sumergirse en nuestra propia y auténtica dramaticidad.
miércoles, 11 de abril de 2012
Un método peligroso. Una controversia (entre varias).

Vi la película Un método peligroso de Cronenberg. En una escena Freud está a punto de contarle a Jung un sueño, luego de que él le contó el suyo con lujo de detalles. El vienés se detiene y le dice que si le contara su sueño perdería su autoridad ante él que es su discípulo. La situación es referida por Jung en una escena posterior con indignación y explicíta el quiebre que tal actitud por parte del maestro produjo en la relación, de hecho a partir de ahí el distanciamiento entre ambos se hará cada vez más hondo e irreversible.
De qué lado ponerse en esa disputa discursiva? Fue Jung defraudado en su buena fe y entrega ante quien antes que nada consideró su amigo y confidente? O en realidad la actitud de Freud fue una fría y tajante puesta de límites a un vínculo que por más fraterno que fuera no debía perder según su perspectiva, las referencias jerárquicas y disciplinales que el objetivo científico que perseguían exigía?
Se podría pensar que ante estas dos posiciones uno puede ubicarse y así también definirse. No deben relegarse los afectos, la fraternidad, la "onda" por ningún motivo como parecería plantear Jung? O por el contrario, el principio de autoridad, el lugar jerarquizado del líder no debe ceder ante la fuerza de las emociones y la empatía? Podría simplificarse la disputa al extremo: la mente o el corazón? No sé, se trata de una controversia. Por mi parte me declaro a favor del maestro. Porqué? Quizás porque me gustan los líderes que se hacen cargo de su rol y de su empresa y no ceden por ello ante nada. Quizás porque yo soy más bien como el discípulo.
lunes, 12 de marzo de 2012
Debates virtuales?

Cada tanto me meto en la tenebrosa región en la que al cabo de alguna nota de las que publica Clarín se abre la sucesión de comentarios de "la gente". En algún momento lo hice con ánimo de participar, de intervenir. La intención me duró muy poco. A poco de leer los "debates" me encuentro con insultos que no podría tolerar. Por ahí es que yo no soy lo suficientemente democrático como para participar de estas lides discursivas pero la verdad es que no sabría como contestar ante "opiniones" como: " Yegua, segui criticando, los medios te molestan porque dicen verdades. HIJA DE PUTA" Te queda poco :)" (lo de yegua se imaginan por quién es no?) o .SE PUEDE SEGUIR SIENDO TAN IMBESIL..!!..vayanse todos a cagar...y sigan chupandosela aal que los caga SIEMPRE... (la invectiva es contra los defensores del diario).
Pienso en los debates públicos, en las polis, en esos espacios que mitica o históricamente funcionaron como referencias para la construcción del ideal democrático y no veo en estas tribunas virtuales la continuación de aquellos. Resultan otra cosa, menos virtuosa, más cerrada y catártica, como una especie de ring size con entrada libre en el que se le da rienda suelta a una violencia discursiva irreflexiva y ponzoñosa. Es bueno que algo así exista? No será por la riqueza de los intercambios y la formulación de conclusiones interesantes, en todo caso será útil como válvula de escape. Cuentan con mi ausencia.
miércoles, 29 de febrero de 2012
El problema de reconocer el error propio.

Hay una constante desde hace ya mucho tiempo que sin embargo no deja de llamarme la atención. Los discursos públicos que realizan todo tipo de dirigentes no dan lugar en ningún caso y bajo ninguna circunstancia al reconocimiento del error propio. Ya sé que reconocer los errores no es fácil, me enfrento a esa dificultad más veces de las que me gustaría pero aún así evito, y creo que es necesario hacerlo, poner la explicación de todos los problemas en las responsabilidades ajenas o minimizar lo sucedido.
Porqué un dirigente no puede reconocer que se equivocó? Es que exhibir las propias fallas resultaría un retroceso irreversible en su carrera hacia la "cima del poder"? Realmente le perderíamos la confianza a un líder que se reconoce como falible? Necesitamos representantes que nos hagan creer que nunca se equivocan? Somos nosotros con nuestro amor al éxito y al exitoso o son ellos con su paranoia y egocentrismo sin límites los que producen este equívoco?
Un lapsus de preguntas ingenuas.
sábado, 21 de enero de 2012
Ozzy Monseñor, un caso de inversión del costumbrismo
Una de las características del costumbrismo es tomar modismos, formas de hablar, vestir y comportarse de los diferentes sectores sociales llevándolos al estereotipo. Este sería un caso inverso. Yo creo que el apelativo "vieja" que se usa en muchos ambientes, sobre todo rockeros, se escuchó por primera vez en la voz de este personaje interpretado por Rolo Rossini. Uno de esos casos en los que un personaje de la tele produce giros o modismos que son apropiados por los sectores sociales.
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