jueves, 19 de noviembre de 2015

Cuanto se dice cuando se dice algo

El candidato Macri habló de eliminar una buena cantidad de feriados anuales porque según él "no le han hecho bien al país". El anuncio en medio de la campaña electoral tiene varias aristas para revisar. Desde ya que uno puede advertir con facilidad la impericia de un candidato que a pocos días de la votación hace una declaración semejante ignorando el efecto negativo que podrá tener entre aquellos que se supone debería seducir de cara a la elección. Por otro lado esa declaración, ese significante digamos, nos está hablando de un candidato que está decidiendo en relación a lo que el periodista Tognetti llamó la "plusvalía social", y lo está haciendo a favor de la patronal, a favor del capital para ser claros. Se trata claramente, sin ningún tipo de rebusques ni de la discursividad zen (exasperante en lo personal, debo confesarlo) que viene practicando a lo largo de toda la campaña, de una muestra mínima pero ejemplar del fin de una serie de conquistas que los sectores populares han ido alcanzando en estos 12 años a producirse en el caso de que gane en las próximas elecciones. De alguna manera cruje en una sola declaración esa temeraria frase de que "todos queremos lo mismo" y que en general es una burda estrategia para construir una hegemonía forzada que encubre un verdadero proyecto de sometimiento de los sectores populares.
Pero para mi hay algo más en ese significante múltiple que fue la declaración. Pienso en la cocina de ese anuncio, me pregunto con quién lo habrá conversado?, con quién de su entorno habrá coincidido en que efectivamente los feriados son malos para el país? Acaso pudo haber sido con obreros? con asalariados? más bien pienso que debe haber sido con su grupo de pertenencia, los CEOs de las grandes corporaciones, los hombres de negocios. Imagino una paqueta sobremesa en Los Abrojos (la quinta de Mauri) y alguno de los acaudalados comensales sugiriéndole la sensata idea. Al hablar de los feriados y su perjuicio para el país ha hecho una involuntaria confesión de su pertenencia de clase, lo cual no es novedad en términos genealógicos por cierto, pero también en relación a los principios que sostiene y con los que piensa gobernar.
Nunca deja de impresionarme cuanto se dice cuando se dice algo.

martes, 16 de junio de 2015

Sobre los atributos personales validos en la época

1. Mi amigo Chiche me acercó unos fragmentos de un libro de la psicóloga Colette Soler. Hablaba de los narcisismos de época. La observación me iluminó. Se podría escribir una historia del narcisismo dado que siempre lo hubo y que a la vez ha ido cambiando.
2. Un texto de Jorge Alemán habla de los diversos imperativos mortíferos de la autoyada y la felicidad. Esta cuestión de estar bien con uno mismo como un mandato ineludible y más aún cuantificable, mercantilizable.
3. El mundo actual de la exaltación de toda una gama interminable de aplicaciones del prefijo "auto". Autoproyección, autoayuda, autodisciplina, autoenseñanzas. Me quedo con la autoestima. El valor de quererse a sí mismo, las reiteradas alertas contra lo que puedan ser autoboicots, es decir, actitudes autodestructivas, decepcionantes, desmotivantes.
4. La época quiere sujetos confiados de sí mismos, convencidos y solidarios consigo mismos, que se den ánimo y no se dejen caer en los laberintos de la autocrítica y la desorientación introspectiva.
5. Me pasó de cerca un caso en el que alguien organizado por estos valores, confiado y seguro de sí, mostró la cara superficial, empobrecedora, de estas premisas epocales. Una confianza a ultranza, inclaudicable le impidió a esta persona, y creo que continuará haciéndolo, llevar sus trabajos y experiencias a un nivel de profundidad y consistencia que quizás una apertura hacia voces, miradas y sugerencias de otros le permitirían llegar. Tengo la impresión de que si se hubiera permitido la duda, la introspección reflexiva, cierto espacio de inseguridad honesta y palpable aún a costa de demorar la eficacia, la suficiencia y las certidumbres creo que su trabajo hubiera ganado en sensibilidad, hondura y emoción.
6. Me tomo el trabajo de estas notas porque no me interesan los calificativos automáticos ni las sentencias tajantes. 

jueves, 30 de abril de 2015

Una actualización más


1. El calificativo "gorila" engendra o deviene en concepto: el gorilismo. Parece ser que el primero se aplica con mucha mayor frecuencia que el segundo.
2. El gorilismo se derivaría de la práctica gorila en virtud de que la agregación de acciones que se pueden identificar como tales son las que permiten construir el concepto.
3. Ser gorila siempre será motivo de disputas, polémicas y más de un malentendido. Hay un alto componente de imprecisión en el término al surgir de las prácticas y no de definiciones conceptuales metódicas.
4. Como se puede hablar de alguien que es o actúa como un gorila más que del gorilismo como una entidad que en sí pueda desagregar todos sus sentidos posibles, se podría decir que se trata de un término que siempre está ocurriendo.
5. Del punto anterior se puede deducir que todas las definiciones, acepciones, taxonomías que pretendan compilar la totalidad de las posibilidades del ser gorila serán siempre parciales, incompletas. El gorila es un término vivo que siempre se completa con nuevas y actuales conductas que lo redefinen.
6. La emergencia del término gorila está asociada sin ningún tipo de dudas al peronismo. En buena medida puede decirse que en el origen todo antiperonista es gorila.
7. El término se ha expandido y sus aplicaciones aluden muchas veces a comportamientos que no tienen explícitamente al peronismo como su razón de ser. Es decir, hoy podemos encontrar quienes aún identificándose como peronistas tienen comportamientos o actitudes gorilas.
8. Como siempre se habla del gorila parcialmente ante ciertos resultados electorales hoy me pregunto si elucubrar teorías que se inclinan por análisis patéticos, formular condenas a sectores de la sociedad a la que se evalúa engañada, mezquina, superficial, veleidosa; proferir maldiciones y desprecios varios contra comportamientos masivos no es gorila, de naturaleza similar a la de los que engendraron sintagmas como "Aluvión zoológico", "cabecitas negras" y otros parecidos. Tiendo a pensar que sí.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Información y realidad


Uf! Vorágine incontrolable, de que? Noticias? Versiones? "Trascendidos"? De qué manera funciona la dinámica informativa? Acaso sirve para que la opinión pública vaya procesando sus posicionamientos y, de acuerdo a la aparición de nuevos datos y pruebas sobre los temas candentes, defina su visión? Definitivamente parece que no. La idea de que la libertad de prensa constituye un núcleo vital para el juego democrático, ya que le garantiza al ciudadano el acceso al panorama más amplio y variado de elementos con los cuales construir sus juicios pareciera que está en una crisis de la que parece ser ya muy difícil se recupere.
Es verdad, se puede alegar que estos principios son más ideológicos que una descripción formal objetiva, pero aunque dejemos de lado esa posibilidad y asumamos que ese lugar del libre juego de los medios de comunicación es efectivamente central para la vida democrática y para la saludable construcción de una opinión pública, asistimos de manera palmaria al colapso de ese modelo. Ya no parece haber posibilidades de que la aparición de nuevos datos e informaciones funcione como un insumo válido para los posicionamientos ciudadanos. La suspicacia, la desconfianza, la identificación de determinada noticia con la intencionalidad del medio que la difunde antecede al análisis del contenido en cuestión. Las definiciones son previas a la información y éstas sólo son tomadas en cuenta en la medida en que sirven a la causa que ya ha sido abrazada por motivos que nada tienen que ver con una preocupación por la verdad sino con una subjetiva lectura que se nutre de aquellos insumos que mejor la sostengan y estructuren.
Pienso todo esto a partir de los sectores de la opinión pública que intentan convertir al fiscal Nisman en una especie de mártir republicano, en una suerte de adalid de la lucha contra el totalitarismo populista. Se trata de una fantasía tan forzada y patética que no solo es preocupante porque revela la carencia palmaria de los sectores sociales que la alimentan y adscriben para construir referentes consistentes, sino también porque sólo se puede llevar a cabo negando sistemáticamente un cúmulo de informaciones y datos absolutamente incontrastables, que si bien no dan cuenta, hasta el momento, de las circunstancias específicas en las que se produjo su muerte, al menos dejan absolutamente en claro que se trataba de un personaje por lo menos cuestionable e ineficaz en lo que se refiere a sus misiones y funciones.
Será que la densidad de ciertos contenidos, menos periodísticos y quizás más culturales, tienen un papel definitorio en los modos en los que se construye el imaginario de los sectores sociales? Será que a la hora de tomar partido ante una realidad que se denuncia como una construcción intencionada y voluntaria, las dinámicas identitarias, las estructuras perceptivas y sus mecanismos poseen una soberanía excluyente en los sujetos sociales?
Nota personal: Seguro algunos capos tienen mucho más claro que yo estas cuestiones.

martes, 10 de marzo de 2015

Nota personal


Un par de experiencias recientes me llevaron a revisar algunas afirmaciones que solía hacer. La idea de que mientras vas caminando hacia el almacén o mientras regás una planta podés tener algo así como una epifanía no es muy de mi agrado. Tengo una naturaleza medio pretenciosa y me gusta que esas revelaciones se produzcan en circunstancias más rimbombantes, con alguna ritualidad más o menos alucinatoria, propiciatoria. Sin embargo hoy caminando hacia la bicicletería a buscar mi querido rodado pude valorar, así, casi repentinamente el momento, la situación, la disposición del día hacia las cosas que más profundamente quiero hacer y que por momentos no tengo la sencillez ni, quizás, valentía, como para aprovechar. Se sabe, es la vieja cuestión de la dificultad en valorar lo que se tiene más que lo que no se tiene. Remanida quizás, pero vigente, y a esta altura para mí, dotada de una casi misteriosa recurrencia.
Escribo para dejar constancia de que pude dar cuenta con claridad de la riqueza de este tiempo, y también para dejar una referencia que espero sirva cuando vuelva a enredarme en los melindrosos laberintos de la insatisfacción, improductiva y aplastante que debe estar agazapada por acá cerca esperando para visitarme en cualquier momento.

sábado, 14 de febrero de 2015

Sobre la conspiración I

La cuestión de las conspiraciones y en particular su capacidad explicativa.
La naturaleza de lo conspirativo (desde ya un tema recontrainteresante), merecería una reflexión exhaustiva, su opacidad, su subterránea dinámica, la problemática incontrastabilidad de su existencia, la peligrosa tendencia a convertirla en una especie de Deux-ex-machina que explica absolutamente todo fenómeno ya sea político, comercial, social y hasta deportivo.  Me limito aquí a establecer que en la medida en que el poder se conquista, se afirma y se disputa bajo la lógica conspirativa, la participación popular se vuelve irrelevante, innecesaria o simplemente decorativa.
Pero en los días que corren me interesa pensar la cuestión en relación a su vigencia, a las condiciones de posibilidad de las prácticas conspirativas en la actualidad. Tengo el recuerdo de que Rousseau gano un premio en 1750 creo, con un ensayo que respondía a la pregunta de si el hombre se había vuelto "mejor" digamos, con el desarrollo de las ciencias y las artes (al margen, interesante pensar que ganó argumentando que no). 
Imagino una convocatoria similar pero interrogando sobre la conspiración. El poder, los sectores dominantes tienen hoy mayor o menor capacidad de consolidar el poder por vías conspirativas que antes o no? Para decirlo más sintéticamente: las conspiraciones hoy son más frecuentes y decisivas que antes? El poder se ha vuelto más conspirativo? El desarrollo de las tecnologías de la comunicación le permiten a los ciudadanos conocer más y en función de ello tener más libertad para elegir y tomar decisiones o por el contrario los poderosos hoy disponen de mayores herramientas para hurdir tramas invisibles, mecanismos de control ultrasofisticados que convierten a las sociedades en  rehenes de una desinformación planificada y administrada puntillosamente para consolidar y reproducir la dominación?