jueves, 30 de abril de 2015

Una actualización más


1. El calificativo "gorila" engendra o deviene en concepto: el gorilismo. Parece ser que el primero se aplica con mucha mayor frecuencia que el segundo.
2. El gorilismo se derivaría de la práctica gorila en virtud de que la agregación de acciones que se pueden identificar como tales son las que permiten construir el concepto.
3. Ser gorila siempre será motivo de disputas, polémicas y más de un malentendido. Hay un alto componente de imprecisión en el término al surgir de las prácticas y no de definiciones conceptuales metódicas.
4. Como se puede hablar de alguien que es o actúa como un gorila más que del gorilismo como una entidad que en sí pueda desagregar todos sus sentidos posibles, se podría decir que se trata de un término que siempre está ocurriendo.
5. Del punto anterior se puede deducir que todas las definiciones, acepciones, taxonomías que pretendan compilar la totalidad de las posibilidades del ser gorila serán siempre parciales, incompletas. El gorila es un término vivo que siempre se completa con nuevas y actuales conductas que lo redefinen.
6. La emergencia del término gorila está asociada sin ningún tipo de dudas al peronismo. En buena medida puede decirse que en el origen todo antiperonista es gorila.
7. El término se ha expandido y sus aplicaciones aluden muchas veces a comportamientos que no tienen explícitamente al peronismo como su razón de ser. Es decir, hoy podemos encontrar quienes aún identificándose como peronistas tienen comportamientos o actitudes gorilas.
8. Como siempre se habla del gorila parcialmente ante ciertos resultados electorales hoy me pregunto si elucubrar teorías que se inclinan por análisis patéticos, formular condenas a sectores de la sociedad a la que se evalúa engañada, mezquina, superficial, veleidosa; proferir maldiciones y desprecios varios contra comportamientos masivos no es gorila, de naturaleza similar a la de los que engendraron sintagmas como "Aluvión zoológico", "cabecitas negras" y otros parecidos. Tiendo a pensar que sí.