martes, 16 de junio de 2015

Sobre los atributos personales validos en la época

1. Mi amigo Chiche me acercó unos fragmentos de un libro de la psicóloga Colette Soler. Hablaba de los narcisismos de época. La observación me iluminó. Se podría escribir una historia del narcisismo dado que siempre lo hubo y que a la vez ha ido cambiando.
2. Un texto de Jorge Alemán habla de los diversos imperativos mortíferos de la autoyada y la felicidad. Esta cuestión de estar bien con uno mismo como un mandato ineludible y más aún cuantificable, mercantilizable.
3. El mundo actual de la exaltación de toda una gama interminable de aplicaciones del prefijo "auto". Autoproyección, autoayuda, autodisciplina, autoenseñanzas. Me quedo con la autoestima. El valor de quererse a sí mismo, las reiteradas alertas contra lo que puedan ser autoboicots, es decir, actitudes autodestructivas, decepcionantes, desmotivantes.
4. La época quiere sujetos confiados de sí mismos, convencidos y solidarios consigo mismos, que se den ánimo y no se dejen caer en los laberintos de la autocrítica y la desorientación introspectiva.
5. Me pasó de cerca un caso en el que alguien organizado por estos valores, confiado y seguro de sí, mostró la cara superficial, empobrecedora, de estas premisas epocales. Una confianza a ultranza, inclaudicable le impidió a esta persona, y creo que continuará haciéndolo, llevar sus trabajos y experiencias a un nivel de profundidad y consistencia que quizás una apertura hacia voces, miradas y sugerencias de otros le permitirían llegar. Tengo la impresión de que si se hubiera permitido la duda, la introspección reflexiva, cierto espacio de inseguridad honesta y palpable aún a costa de demorar la eficacia, la suficiencia y las certidumbres creo que su trabajo hubiera ganado en sensibilidad, hondura y emoción.
6. Me tomo el trabajo de estas notas porque no me interesan los calificativos automáticos ni las sentencias tajantes.