La cosa es así. Hay escenas que resucitan con regularidad. Omisiones, oportunidades malogradas, intentos fallidos, exabruptos, mezquindades.
¿Qué parte de mí es esa suma de fracasos? casi todo diría. Pero algunas vuelven con insistencia, perseverancia. Como si existiera la posibilidad de repararlas. No se, será que las conservo como como faro. Ni consejos ni indicaciones, apenas un listado de errores que perduran en la memoria.
Ese es uno de esos que siempre me acompañará.
Facultad. Carrera de Historia. En vez de un parcial nos proponían hacer un "estado de la cuestión", novedad para mí, implicaba hacer una especie de rastreo de lo investigado hasta el momento sobre algún tema. Lo que uno tenía que elegir era ese tema.
La cátedra de alguna manera nos confrontaba contra nuestros intereses, contra nuestra capacidad de delimitar un área de interés. Nos invitaban a un ejercicio de recorte en el que podíamos actuar creativamente. Hoy entiendo y valoro la propuesta.
Lo que conservo como error y a la vez como marca fue la elección de ese tema, sigue siendo motivo de reflexión (tanto que escribo esto).
Mi propuesta era voluminosa, totalizante, genérica, ambiciosa, abarcativa.
Aunque en el momento no lo percibí así, esa experiencia fue un quiebre. Queda en mí la sensación, y esto es lo que todo el tiempo vuelve, de haber sido pretencioso.
Y cuando digo esto estoy diciendo una de las cosas más duras que puedo decir sobre mi mismo.
Tengo muy presente ese momento y trato de convertirlo en una enseñanza efectiva. Me dominó un ansia absoluta, total. Un anhelo desbocado por "demostrar" una capacidad de análisis superior. Un estado emocional dañino y frecuente.
Se que no habría enseñanza si me quedara en la simple amonestación superyoica. Puedo ver en ese recuerdo algo desbocado, incapacidad de transitar, atravesar, recorrer, habitar zonas de interes, de intriga. Registro la ansiedad vanidosa que no puede serenarse y conectarse con el tiempo de las cosas.
Supongo que los recuerdos no vienen a martirizarnos, al menos no en este caso. Más bien pienso que este tipo de evocaciones pueden ser parte de una acumulación, de crecimiento. Pueden apuntalar un programa, una posibilidad, una recuperación. En eso seguiremos insistiendo.